Matusalén
No recuerdo con exactitud en que momento abrí mis ojos por primera vez, y digo “ojos” para que me entiendan, ustedes saben perfectamente que no poseo tal cosa, a decir verdad no estoy seguro de como soy capaz de ver en primer lugar, pero así es guste o no. Tengo exactamente 259 años, cuatro meses, doce días, y nueve horas de existencia, no es mucho teniendo en cuenta lo que he escuchado viven normalmente mis hermanos los «Pinus longaeva» – pertenecientes a la familia de las pináceas – de una jovencita con lentes violáceos que hace ya algunas décadas venía a visitarme y a llevarse consigo algunos trozos de mi corteza sabe dios para qué. Creo que no tenía muchos amigos ya que se la pasaba conmigo, leía recostada en las partes más cómodas de mi tronco o sentada en alguna de mis enormes raíces. Algunos días creo que dependiendo de su humor, lo hacía en voz alta, y podía descubrir de qué se trataban algunas de sus lecturas y cuáles eran sus gustos. Fue obvio para mí descubrir que la mayoría eran trabajos de investigación, libros de historia, geografía, arqueología o biología.
Continuar leyendo «Historias breves de un pino»
75 Visitas totales